El pasado lunes 15 de noviembre nos encontramos con una lamentable sorpresa, en una de las aulas del colegio se había propagado un incendio.
El colegio es un sitio de y para todos, en el que todos y todas tenemos un lugar y una "misión".
Cuando alguien atenta contra un colegio de ese modo, tira por tierra muchas esperanzas, muchas ilusiones, muchos ideales, mucho trabajo... y lo que más me asusta de todo es esa sangre fría ante un acto de ese calibre.
Concibo la escuela como un lugar en el que todas las personas acudimos con la certeza de que es un sitio seguro, agradable,divertido... un lugar en el que estamos a gusto, aprendemos cosas, expresamos opiniones y en el que todos aprendemos de y con todos.
La educación no es cosa de unos pocos, es una responsabilidad social de todo ser humano; por eso agradecería a los que intencionadamente quemaron el colegio que expresen su punto de vista de otra forma, ya que esa noche también ardieron sueños e ilusiones de mucha gente.
